miércoles, 19 de abril de 2006

gallardón y su botellón solidario

Como no puede ser de otra manera en una ciudad urbanísticamente tan violada como Madrid, el muy popular alcalde de la capital sabe canalizar las demandas sociales de su villa. Después de que el movimiento social más importante que se vivió en Madrid a lo largo de los últimos años se enfocara en los parquímetros (sic), Alberto Ruiz-Gallardón, aquel que no teme a la Fundación Humanismo y Democracia, ha acordado con las empresas cerveceras San Miguel y Mahou que financien "Oportunidades para el Mundo". Bajo este lema, se refiere a una serie de actividades dudosas para "desarrollar ideas y propuestas concretas que contribuyan a construir un futuro mejor para todos los ciudadanos del mundo". Todo ello no en plan chiringuito de playa, sino por valor de - atención - 4 millones de Euros, lo que equivale aproximadamente a un 40% del presupuesto del Programa de Cooperación al Desarrollo municipal.

Como suele ocurrir con el regidor capitalino en temas sociales, todo reluce, pero nada se concreta, así que no sabemos aún como se quiere "trabajar a favor del desarrollo humano, contribuir a erradicar el racismo y la xenofobia, fomentar la convivencia intercultural o proteger a la infancia", todo ello mano en mano con dos fabricantes de alcohol. Al contrario, no hay duda de que los conciertos de siempre, globitos infantiles y folletos brillantes llevarán el logotipo de estas drogas legales, por lo que desde la oposición ya han protestado y se preguntan por qué Mahou y San Miguel no financian también campañas de prevención de consumo de drogas.

Este episodio refleja excelentemente el carácter grotesco de la solidaridad que se está promoviendo, no solamente desde alguna que otra administración pública. La cerveza tal vez podría fomentar una hermandad borrachera en términos de botellón intercultural, pero se desconoce aún como el Ayuntamiento quiere promover la solidaridad y una ciudadanía más responsable con las injusticias del mundo a través de eventos comercializados a través de empresas que, estando en el mercado de drogas legales, quedan fuera del circuito de la responsabilidad social corporativa.

Más anecdótica parece la implicación de la fundación municipal "Voluntarios por Madrid" en la organización de esta maquinaría publicitaria. Creada en abril de 2005 y dotada con un presupuesto anual de 300.000 Euros, "Voluntarios por Madrid" destacó hasta ahora por apoyar la organización de la Boda Real, colocar esta bandera desmesurada del fallido Madrid 2012 y recoger juguetes para Mensajeros para la Paz (sí, esta ONGD tan laica que cuenta con el valioso "apoyo" de Ana Botella). Lejos de mencionar la cooperación, la convivencia intercultural o la solidaridad en sus estatutos, los antecedentes de "Voluntarios por Madrid" son desde luego muy valiosos para responsabilizarse de una coordinación eficaz del acoso solidario que sufrirá la población madrileña en breve.