jueves, 15 de junio de 2006

grandes que predican (aportación externa)

Varios periódicos españoles, usualmente parcos en cuanto a noticias relacionadas con la cooperación al desarrollo, han dedicado un amplio espacio a la noticia de la adopción por parte de 11 grandes ONG de un código de conducta y transparencia.

Así, El País nos relata que estas 11 grandes ONG (entre ellas Oxfam, Ayuda en Acción, Amnistía Internacional, Greenpeace y Save the Children) se han impuesto de manera voluntaria un detallado código de conducta y transparencia que persigue garantizar y profundizar su legitimidad ante la opinión pública. Con este código, abierto a todas las ONG que acepten esos mismos principios, los firmantes quieren adelantarse a la creciente crítica sobre el poder de estas organizaciones con carencias importantes con respecto a la democracia interna.

Las pequeñas deberían agradecer la información y la oportunidad de que se les deje abierto dicho código, sin poder dejar de recordar que suscriben, al igual que la mayoría de asociaciones y fundaciones activas en el ámbito de la cooperación internacional al desarrollo, diversos códigos de conducta específicos al sector, existentes en el ámbito autonómico, nacional y europeo. Así, por mucho que desde Oxfam se nos explique que predican con el ejemplo mediante un paso sin precedentes y con la primera iniciativa que establece estándares internacionales en el sector de las ONG, nos cuesta encontrar algo innovador en las escasas ocho páginas de dicho código.

No sólo el documento no aporta nada nuevo respecto a los diversos códigos de conducta vigentes, sino que considera oportuno resaltar lo evidente: las 11 grandes ONG deberán cumplir la ley.

Así, las organizaciones nos tranquilizan al recordarnos por ejemplo que sus políticas de recursos humanos establecen la prohibición específica de cualquier acto de soborno o corrupción por parte del personal o nos aclaran que: a través de nuestras políticas, estableceremos el respeto a la integridad sexual en todos nuestros programas y actividades, prohibiendo el acoso, la explotación y la discriminación sexual. Un nivel de compromiso realmente asombroso.

Por último, preocupa constatar cómo en el ámbito de las ONG se impone cada vez más una lógica de “yo me lo guiso yo me lo como”, dónde la iniciativa privada sustituye el protagonismo de la esfera pública y escapa de todo control y debate. Las 11 grandes ONG no necesitan regulación colectiva alguna, ni colaborar con el resto del tejido asociativo. Al igual que las grandes empresas cuando se lavan la cara con sus códigos de responsabilidad social corporativa, las grandes ONG diseñan sus propias reglas y los periódicos nos informan de lo buenas que son.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Acabo de caer por casualidad en el blog, desde mi mesa de técnico de una ONG "sui generis". No he leido el Código de Conducta, pero sin duda no debe incluir ninguna referencia a los derechos laborales, contratos por obra, contratación de personal para captación que realmente contrata (y despide) una empresa, despidos modelo "el que piensa pierde", acoso laboral... Incluir una política laboral de "buenas prácticas" conduciría a valorar más a los trabajadores que a los resultados, y llevaría a que la máxima "las personas antes que los beneficios" no se aplicara sólo a la empresa. ¿Y qué os habéis creido...? ¿Que esto es una ONG?