sábado, 26 de noviembre de 2005

leire en el país de las maravillas presupuestarias

Recordando el famoso 0,5% para 2008, nuestro presidente Zapatero comunicó en septiembre a la población española, y en especial a las ONGD, la siguiente buena noticia sobre los planes presupuestarios en materia de cooperación al desarrollo:

    "Se va a dedicar un total de 3.300 millones de euros en el año 2006 para que en muchos lugares donde ahora no existen haya pupitres, vacunas y que miles de personas puedan acceder a unas mejores condiciones de salud."


No obstante, los aplausos dedicados a este "formidable incremento" (ZP incluyó aquí los aportes de las comunidades autónomas y los ayuntamientos) son más bien tibios, incluso por parte de la CONGDE, que reaccionó con una preocupación ligeramente rebelde por el aumento de los créditos FAD y la ausencia de un desglose del presupuesto en partidas. Esta falta de transparencia también fue criticada por el diputado Gonzalo Robles, una de las cabezas más razonables en las filas del PP, durante la poco secundada comparencia en el Congreso de Leire Pajín, Secretaria de Estado para la Cooperación Internacional. En el debate del pasado 17 de octubre, enfocado en los datos presupuestarios, Robles denunció la falta de transparencia sobre los 2.423 de millones de Euros previstos como AOD estatal en 2006. Coincidiendo con esta valoración, la CONGDE también lamenta esta niebla de cifras, en la que influyen aspectos como canje de deuda, créditos FAD, becas, gastos administrativos y "aportaciones" de otros Ministerios (Economía y Hacienda, Industria, Defensa, Trabajo y Asuntos Sociales, etc.). Hasta hoy en día la SECI, con un silencio elocuente, no ha dado a conocer ningún documento coherente que pueda explicar a los profesionales corrientes dichos cálculos.

Pero al igual que la política económica, el contenido de la cooperación al desarrollo, como parte íntima de los asuntos exteriores de España, no ha sufrido cambios esenciales desde los tiempos casposos de Miguel Ángel Cortés. Como debatimos en un post reciente, la distribución geográfica de la ayuda sigue siendo contraria a las propias previsiones del Plan Director de la Cooperación Española, por no hablar del sentido común. Los créditos FAD siguen aumentando y con ellos, el peso del Ministerio de Economía y Hacienda, una cartera que, siendo parte integral de FMI, BM y Club de Paris, no destaca precisamente por su solidaridad con los PVD. Y los datos presupuestarios y de gestión siguen teniendo un carácter secreto y poco transparente: la AECI ni siquiera es capaz de informar en sus resoluciones sobre los países de intervención. Así que business as usual.

En todo caso, resultaría ingenuo creerse los cómputos de la ayuda en los términos expuestos por ZP. Además de no llegar a los lugares más necesitados, una parte muy considerable de la ayuda "internacional" ni siquiera sale de España. Dentro de la propia AECI trabajan cientos de funcionarios y empleados con sueldos poco solidarios, se mantiene una red de Oficinas Técnicas adjuntas a las Embajadas en los 5 continentes del planeta y la llamada cooperación cultural consiste básicamente en charlitas amistosas en la Casa de América y la reconstrucción de los edificios coloniales en toda América Latina. Por otra parte, contabilizan los programas de becas (también los elitistas), de los que se benefician en especial las universidades españolas y con los que se perjudica formidablemente, en términos de fuga de cerebros, a los PVD. En efecto, como dice ZP, así España apoyará a crear mejores condiciones de salud para quienes no las tengan todavía, es decir, los 1.100 millones de personas sin agua potable y los 2.400 millones de personas sin saneamiento básico.

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