domingo, 30 de enero de 2011
la andadura, ¡nueva etapa!
Tras largos años de silencio, ahora ha llegado el momento de darle una nueva vida a este blog. Este espacio también es vuestro, así que enviad vuestras ideas, artículos, reflexiones y lo publicaremos.
Y, ¿qué temas hay sobre la mesa? En plena crisis, podríamos empezar con lo siguiente:
- En vez de "más y mejor", tendremos "menos y más cutre": La AOD española perdiendo el norte
- El derrumbe institucional: Series de 'terror B' en la AECID y DGPOLDE
- ONGD: Cuando callar es oro (y echar personal, muy barato)
- Rendición de cuentas, ¿o seguimos con el cuento de hadas?
- Ayudar, pero sobre todo al empresario español!
- AOD, pero nadie la ha visto: Los líos de datos y números, cada año más alegres
Esperamos vuestras aportaciones, como siempre en el coop.desa@gmail.com.
Y, ¿qué temas hay sobre la mesa? En plena crisis, podríamos empezar con lo siguiente:
- En vez de "más y mejor", tendremos "menos y más cutre": La AOD española perdiendo el norte
- El derrumbe institucional: Series de 'terror B' en la AECID y DGPOLDE
- ONGD: Cuando callar es oro (y echar personal, muy barato)
- Rendición de cuentas, ¿o seguimos con el cuento de hadas?
- Ayudar, pero sobre todo al empresario español!
- AOD, pero nadie la ha visto: Los líos de datos y números, cada año más alegres
Esperamos vuestras aportaciones, como siempre en el coop.desa@gmail.com.
jueves, 4 de octubre de 2007
viernes, 31 de agosto de 2007
feliz semana del cooperante (sin cooperantes)
Como una de las bazas políticas principales de la Secretaria de Estado Leire Pajín, la preocupación oficial por el colectivo cooperante trae frutos cada vez más curiosos. Y es que la aprobación del Estatuto del Cooperante en abril de 2006, con sus mejoras laborales y fiscales, es uno de los pocos resultados concretos en la agenda institucional. Mientras tanto, la reforma de la AECI sigue siendo una fantasmada que espanta al sector. Por no hablar de los expertos austriacos y franceses del Comité de Ayuda al Desarrollo, que han vivido las idas y venidas de la Cooperación Española durante los últimos meses. El próximo 6 de noviembre nos presentarán el cuarto peer review de la OCDE.
Pero como todavía queda tiempo para ilusiones, el Gobierno ha decidido que este año se prolongue el Día del Cooperante y sea por tanto una Semana del Cooperante, a celebrar a partir del 3 de septiembre.
En el programa de festejos encontramos primero una macarrada de concierto de hip hop marroquí, de un grupo que se llama "¿Qué pasa?" (H-Kayne, pero nada que ver con Kanye West, aunque la confusión también vende). Según se entusiasman los tan apreciados técnicos de relaciones culturales de la AECI, H-Kayne deleitará a los oídos con un "sonido groovy" y "contundentes scratches" (no perderse la nota de prensa correspondiente, es la más guay del paraguay desde la creación de la AECI).
Otra idea estupenda para esta Semana de "San Cooperante": Radio Nacional de España recogerá las historias de los cooperantes en todo el mundo y un equipo de RNE viajará a Mozambique para transmitir en directo el autobombo solidario de Embajada y OTC. A ver si Leire se atreve a seguir con los bailes estupendos de María Teresa Fernández de La Vega.
En todo este circo, los aguafiestas son los propios cooperantes. Hartos de los retrasos y de la parcialidad de los derechos y beneficios prometidos, están plantando cara: Los miembros de la Asociación Profesional de Cooperantes consideran en un comunicado que "no es pertinente ni coherente nuestra participación en dicha celebración", ya que "lo que pretenden [Administración Pública y ONGD] es visibilizarse institucionalmente ante la opinión pública española". Otro grupo que estos días no desperdicia lágrimas de alegría, son los expatriados precarios de la propia AECI que siguen en regímenes de subcontratas locales.
Así que, chavales de H-Kayne, respondiendo a vuestra pregunta, esto es lo que pasa: En España, celebramos una Semana del Cooperante sin Cooperantes. Esto sí que da para rimar.
Pero como todavía queda tiempo para ilusiones, el Gobierno ha decidido que este año se prolongue el Día del Cooperante y sea por tanto una Semana del Cooperante, a celebrar a partir del 3 de septiembre.
En el programa de festejos encontramos primero una macarrada de concierto de hip hop marroquí, de un grupo que se llama "¿Qué pasa?" (H-Kayne, pero nada que ver con Kanye West, aunque la confusión también vende). Según se entusiasman los tan apreciados técnicos de relaciones culturales de la AECI, H-Kayne deleitará a los oídos con un "sonido groovy" y "contundentes scratches" (no perderse la nota de prensa correspondiente, es la más guay del paraguay desde la creación de la AECI).
Otra idea estupenda para esta Semana de "San Cooperante": Radio Nacional de España recogerá las historias de los cooperantes en todo el mundo y un equipo de RNE viajará a Mozambique para transmitir en directo el autobombo solidario de Embajada y OTC. A ver si Leire se atreve a seguir con los bailes estupendos de María Teresa Fernández de La Vega.
En todo este circo, los aguafiestas son los propios cooperantes. Hartos de los retrasos y de la parcialidad de los derechos y beneficios prometidos, están plantando cara: Los miembros de la Asociación Profesional de Cooperantes consideran en un comunicado que "no es pertinente ni coherente nuestra participación en dicha celebración", ya que "lo que pretenden [Administración Pública y ONGD] es visibilizarse institucionalmente ante la opinión pública española". Otro grupo que estos días no desperdicia lágrimas de alegría, son los expatriados precarios de la propia AECI que siguen en regímenes de subcontratas locales.
Así que, chavales de H-Kayne, respondiendo a vuestra pregunta, esto es lo que pasa: En España, celebramos una Semana del Cooperante sin Cooperantes. Esto sí que da para rimar.
martes, 26 de junio de 2007
rebote de las ongd catalanas frente al gobierno catalán (aportación externa)
Las ONGs catalanas (no sólo las de desarrollo; también las de paz y las de derechos humanos) están en conflicto abierto con la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo, como han puesto de manifiesto en un comunicado público del que se han hecho eco estos días diferentes medios de comunicación. Y es que después de años negociando el nuevo Plan Director 2007-2010, el Gobierno Catalán, a través de su “hombre fuerte” en temas de cooperación, David Minoves, ha decidido romper el consenso y hacer cambios unilaterales de última hora en el texto justo antes de entrar en el Parlamento de Cataluña, el último trámite para su aprobación.
Las discrepancias no están precisamente en un tema baladí. La discusión se centra en el acuerdo presupuestario.
El texto consensuado del nuevo Plan Director ya establecía un marco presupuestario muy limitado para las ONGs en comparación a lo que una puede observar que sucede en el resto de comunidades autónomas. Así por ejemplo, mientras que el Gobierno Vasco canaliza a través de ONGs alrededor del 95% del presupuesto de cooperación, el texto consensuado del plan director catalán sólo destinaba a estos agentes entre un 40% y un 45% del presupuesto. Pero parece ser que el Gobierno Catalán aún lo considera excesivo: ha decidido suprimir del texto la referencia que certificaba este porcentaje mínimo y que quede a discreción de la Agencia Catalana de Cooperación la distribución del presupuesto entre los diferentes agentes de cooperación.
Las ONGs catalanas han debido pensar que esto supone una confianza excesiva, y no aceptan el cambio. Sobretodo cuando el objetivo indisimulado de la Agencia Catalana de Cooperación es el de promocionar la imagen de Cataluña por encima del de realizar políticas coherentes de cooperación. Así se explica la hipertrofia del área de comunicación de la Agencia Catalana de Cooperación, cuyo personal ha aumentado considerablemente en los últimos meses (aunque no obstante parece que no es personal suficiente, ya que la Agencia no ha sido capaz de publicar ninguna memoria anual desde el 2004... una buena práctica de transparencia).
¿El fin del melodrama? Próximamente, en el Parlamento de Cataluña.
Pero sea cual sea el resultado, es triste observar como un gobierno formado por un amplio espectro de partidos progresistas minusvalora a la sociedad civil, un espacio donde debería buscar a sus socios naturales.
Las discrepancias no están precisamente en un tema baladí. La discusión se centra en el acuerdo presupuestario.
El texto consensuado del nuevo Plan Director ya establecía un marco presupuestario muy limitado para las ONGs en comparación a lo que una puede observar que sucede en el resto de comunidades autónomas. Así por ejemplo, mientras que el Gobierno Vasco canaliza a través de ONGs alrededor del 95% del presupuesto de cooperación, el texto consensuado del plan director catalán sólo destinaba a estos agentes entre un 40% y un 45% del presupuesto. Pero parece ser que el Gobierno Catalán aún lo considera excesivo: ha decidido suprimir del texto la referencia que certificaba este porcentaje mínimo y que quede a discreción de la Agencia Catalana de Cooperación la distribución del presupuesto entre los diferentes agentes de cooperación.
Las ONGs catalanas han debido pensar que esto supone una confianza excesiva, y no aceptan el cambio. Sobretodo cuando el objetivo indisimulado de la Agencia Catalana de Cooperación es el de promocionar la imagen de Cataluña por encima del de realizar políticas coherentes de cooperación. Así se explica la hipertrofia del área de comunicación de la Agencia Catalana de Cooperación, cuyo personal ha aumentado considerablemente en los últimos meses (aunque no obstante parece que no es personal suficiente, ya que la Agencia no ha sido capaz de publicar ninguna memoria anual desde el 2004... una buena práctica de transparencia).
¿El fin del melodrama? Próximamente, en el Parlamento de Cataluña.
Pero sea cual sea el resultado, es triste observar como un gobierno formado por un amplio espectro de partidos progresistas minusvalora a la sociedad civil, un espacio donde debería buscar a sus socios naturales.
viernes, 18 de mayo de 2007
¡viva el muerto solidario!
El breve revuelo sobre la cara fea de las ONGD españolas, la falta de transparencia, no ha causado mayores estragos en el sector. Ya vuelven a la carga: La consultora Daryl Upsall, que no solamente gestiona los traficantes precarios de la solidaridad, pisa fuerte en la apertura del mercado de los legados. Recientemente logró agrupar una serie de ONG españolas para iniciar una campaña a favor de los "legados solidarios". Estos consisten en que se destine un tercio de la herencia a la labor de las ONG. Todo un chollo comparado con la pesadez administrativa de los apadrinamientos: ¡Muerte al padrino y viva al muerto solidario! En definitiva, ya no habrá que mandar cartas de niños africanos agradecidos. La rendición de cuentas reducida a "yo me lo guiso, yo me lo como".
En este circo participan, como no puede ser de otra manera, Intermón Oxfam, Médicos del Mundo y UNICEF, entidades ya muy activas en la captación de fondos por vías creativas, entre ellas los negocios bursátiles. En su portal legadosolidario.org nos explican cómo entregarles una parte de nuestra herencia: imaginándonos "un futuro en el que sea más factible acabar con la pobreza y donde el desarrollo sostenible asegure los recursos para todos" y "un futuro repleto de bosques, de mares vivos, que se mueva con energías limpias y donde el clima sea predecible". Sí señor. Con estas perspectivas tan fabulosas, realmente da pena tener que morir.
Por el momento, los españoles nos mostramos bastante reacios, tal como sugiere el estudio que oportunamente ha realizado Daryl Upsall al respecto: La mayoría de los 800 entrevistados no tiene testamento ni intención de dictar uno en el futuro. Es más, aún teniendo un testamento, casi ninguno dejaría legado a las ONG. Y es que el pueblo es sabio: Con tantos problemas de transparencia en el sector, esta solidaridad post mortem es, en realidad, una fantasmada.
En este circo participan, como no puede ser de otra manera, Intermón Oxfam, Médicos del Mundo y UNICEF, entidades ya muy activas en la captación de fondos por vías creativas, entre ellas los negocios bursátiles. En su portal legadosolidario.org nos explican cómo entregarles una parte de nuestra herencia: imaginándonos "un futuro en el que sea más factible acabar con la pobreza y donde el desarrollo sostenible asegure los recursos para todos" y "un futuro repleto de bosques, de mares vivos, que se mueva con energías limpias y donde el clima sea predecible". Sí señor. Con estas perspectivas tan fabulosas, realmente da pena tener que morir.
Por el momento, los españoles nos mostramos bastante reacios, tal como sugiere el estudio que oportunamente ha realizado Daryl Upsall al respecto: La mayoría de los 800 entrevistados no tiene testamento ni intención de dictar uno en el futuro. Es más, aún teniendo un testamento, casi ninguno dejaría legado a las ONG. Y es que el pueblo es sabio: Con tantos problemas de transparencia en el sector, esta solidaridad post mortem es, en realidad, una fantasmada.
viernes, 20 de abril de 2007
la reforma de la aeci como sombra fantasmal
Desde principios de la legislatura, con la entrada de Leire Pajín en la Secretaría de Estado de Cooperación Internacional (SECI), se debate en España la reforma de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI). La AECI es un organismo a todas luces pesado, incapaz de reflexionar y aprender, poco flexible y aún menos eficiente en la gestión de la ayuda bilateral española. Según dicen algunos entendidos, tiende además a desincentivar el rendimiento de los funcionarios, maltratar a su personal contratado y emplear a sus expatriados en condiciones absurdas, ya que precarias e insostenibles.
En otras palabras, no es precisamente el tipo de institución a la que uno quisiera confiar la canalización de una parte importante del gran pastel de la ayuda oficial española, que ha aumentado sensiblemente en los últimos años.
Así las cosas, no sorprende que el Ministerio de Asuntos Exteriores se haya propuesto una reforma de la AECI, que además tiene que encajar en la nueva Ley de Agencias Estatales que pretende mejorar la autonomía y la flexibilidad de estos organismos. La AECI, junto con otros ocho organismos públicos, debe adherirse a esta legislación que quiere, entre otras cosas, impulsar la gestión transparente por objetivos y resultados medibles, virtualmente ausentes en sus Planes actuales.
No obstante, algo está fallando en los progresos de la reconstrucción de la AECI que esta semana fue tema central de la Comisión de Cooperación del Congreso. Leire Pajín habló de esta reforma a la prensa, que, como todo en la Cooperación Española actual, pretende ser una "reforma entre todos". Comentó que ya se ha elaborado un primer borrador del que se está estudiando la tramitación. El trasfondo de esta vaguedad: A mediados de marzo varios parlamentarios no socialistas pusieron a Miguel Ángel Moratinos, Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, en un aprieto al reclamar un calendario de la reforma. Hasta hoy, no hay novedades claras sobre este texto prácticamente elaborado, que está siendo ultimado en consultas entre los distintos departamentos del Gobierno (Moratinos en la sesión de control del pasado 22 de marzo).
Y la verdad es que en todo el sector no parece haber nadie que haya leído una sola palabra de esta reforma cada vez más fantasmal. Hasta el momento, Manuel de la Iglesia Caruncho, desde junio de 2006 comisionado para la reforma, tampoco ha sabido encender la luz al final del túnel. Parece ser el secreto mejor guardado, en algún cajón de la SECI. O simplemente la burbuja más grande de la ayuda española.
En otras palabras, no es precisamente el tipo de institución a la que uno quisiera confiar la canalización de una parte importante del gran pastel de la ayuda oficial española, que ha aumentado sensiblemente en los últimos años.
Así las cosas, no sorprende que el Ministerio de Asuntos Exteriores se haya propuesto una reforma de la AECI, que además tiene que encajar en la nueva Ley de Agencias Estatales que pretende mejorar la autonomía y la flexibilidad de estos organismos. La AECI, junto con otros ocho organismos públicos, debe adherirse a esta legislación que quiere, entre otras cosas, impulsar la gestión transparente por objetivos y resultados medibles, virtualmente ausentes en sus Planes actuales.
No obstante, algo está fallando en los progresos de la reconstrucción de la AECI que esta semana fue tema central de la Comisión de Cooperación del Congreso. Leire Pajín habló de esta reforma a la prensa, que, como todo en la Cooperación Española actual, pretende ser una "reforma entre todos". Comentó que ya se ha elaborado un primer borrador del que se está estudiando la tramitación. El trasfondo de esta vaguedad: A mediados de marzo varios parlamentarios no socialistas pusieron a Miguel Ángel Moratinos, Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, en un aprieto al reclamar un calendario de la reforma. Hasta hoy, no hay novedades claras sobre este texto prácticamente elaborado, que está siendo ultimado en consultas entre los distintos departamentos del Gobierno (Moratinos en la sesión de control del pasado 22 de marzo).
Y la verdad es que en todo el sector no parece haber nadie que haya leído una sola palabra de esta reforma cada vez más fantasmal. Hasta el momento, Manuel de la Iglesia Caruncho, desde junio de 2006 comisionado para la reforma, tampoco ha sabido encender la luz al final del túnel. Parece ser el secreto mejor guardado, en algún cajón de la SECI. O simplemente la burbuja más grande de la ayuda española.
viernes, 23 de marzo de 2007
denuncias sin fronteras: las ongd españolas y sus trapos sucios (entrevista con olga de canalsolidario.org)
Olga Berrios de canalsolidario.org nos ha hecho unas preguntas sobre el actual movimiento de fichas con respecto a las "ovejas negras" entre las ONGD españolas. Como lectura básica, recomendamos dos post de este blog sobre el expediente Humanismo y Democracia, el artículo de Época sobre las supuestas irregularidades de MPDL en Marruecos, la denuncia de El País y la SER sobre la concesión de subvenciones de la Comunidad de Madrid a ONGD cercanas al PP, entre ellas CIPIE, una ONGD investigada por la Comisión Europea, y el anuncio de la Comunidad de Madrid de investigar a MPDL. Todo ello tiene un trasfondo aún más jugoso: los asuntos turbios de ANESVAD cuyo presidente ha pasado a disposición judicial por supuesta malversación de fondos.
Agradecemos a Olga su interés y recomendamos el artículo publicado sobre la "guerra de las denuncias". En La andadura de la cooperación al desarrollo nos parece un tema algo cansino, ya que la indignación se mueve en un círculo bastante cerrado sin que haya cambios reales. Resulta agobiante y surrealista que las personas que manejan la información importante (técnicos, contables, auditores etc.) no tengan ningún canal viable dentro del sector para comunicar lo que ya sabemos casi todos: La solidaridad es, al menos en parte, un negocio con beneficios políticos y económicos extraordinarios y sin riesgos importantes.
Aquí va nuestra breve entrevista con Olga:
Pregunta: ¿Son denuncias partidistas?
Respuesta: Desde nuestro punto de vista, sólo parcialmente. En la realidad del sector, parece que existen situaciones muy graves, incluso desde el punto de vista penal, que no se están destapando ni analizando de forma adecuada. Todos los que trabajamos en la cooperación, sabemos más o menos claramente quienes son las ovejas negras y por qué razones se protegen. Por otra parte, sí existe partidismo, pero en el sentido poco favorable: Si el PSOE denuncia el caso de CIPIE, el PP responde con acusaciones contra MPDL. Izquierda Unida tiene un problema añadido, ya que la solidaridad es uno de sus temas preferidos para movilizar a su electorado y no saben muy bien cómo enfocar esta problemática estructural, a pesar de que sin duda tienen mucha más información de la que difunden al respecto.
No resulta difícil adivinar el resultado. A nadie le interesa sacar todos estos trapos sucios y mostrarle a la opinión pública, tan favorable a la solidaridad y la cooperación, los aspectos menos agradables de un sector tan viciado como la cooperación al desarrollo. Desde luego, menos aún en el caso de la cooperación descentralizada a la que iluminan muy escasos focos independientes de atención y análisis.
P: ¿Qué está ocurriendo? ¿Cómo puede afectar al sector esta repentina atención hacia él?
R: Pues creemos que es una atención tanto repentina como pasajera, y las ONGD son conscientes de su posición privilegiada: Trabajan en la solidaridad y la cooperación, temas que son pesos políticos y no se cuestionan desde la opinión pública. Que además aportan beneficios rápidos y constantes a los Gobiernos frente a esta misma opinión pública y que mueven mucho dinero sin pedir resultados claros. También este episodio pasará, sin duda alguna. En cierta manera, la capacidad de aprendizaje de las ONGD se concentra en sobrevivir a la sombra del gran árbol mejormundista, al que nadie pide explicaciones. Si realmente se quisiera cambiar algo, habría que tirar abajo todo el chiringuito de financiación de ONGD y, desde la Ley de Subvenciones, reconstruir de forma centralizada las reglas e instituciones sobre una base transparente, meritocrática y competitiva. Lógicamente, en el sector es prácticamente imposible encontrar aliados para esta tarea.
P: ¿Están reaccionando responsablemente la Coordinadoras de ONGD ante casos como estos?
R: Bueno, la CONGDE se suele lavar las manos, hablando de un margen de ovejas negras lamentable, pero en principio aceptable. En el caso de ANESVAD, la CONGDE al parecer ha coordinado su posicionamiento con la AECI, para evitar más sospechas. En los expedientes de CIPIE y MPDL, la CONGDE se encuentra en una posición muy compleja que no le permitirá formular ninguna estrategia coherente, ya que se ha constituido como una plataforma de ONGD tanto de izquierdas como de derechas, por lo que no se posicionará en el humo que se ha levantado en torno a la Comunidad de Madrid. Por otra parte, en la CONGDE están federadas tanto ONGD muy serias como ONGD menos responsables que, sin embargo, aparentemente cumplen con el Código de Conducta. En este sentido, la CONGDE cumple con su mandato, lo que no necesariamente ayuda a mejorar las cosas en el sector.
A nivel de las Coordinadoras autonómicas, existe una debilidad institucional crónica a la hora de responder a estos desafíos. Por la escasa disposición de las ONGD a invertir en el funcionamiento de sus redes, la independencia parece muy difícil de asegurar. Así, parte del presupuesto de la FONGDCAM se nutre de subvenciones de la Comunidad de Madrid. No es de esperar que muerda la mano que le da de comer.
P: ¿Qué papel tiene que tener la AECI en todo esto?
R: La AECI opta por ser la pastillita calmante, remitiendo al cumplimiento de los procedimientos administrativos y controles convencionales. No le interesa abrir este cajón, que, hay poca duda, debe de estar bastante lleno de situaciones parecidas. Ya que el trabajo con las ONGD es solamente una parte de la labor de la AECI, que ya está causando bastantes estorbos, no creemos que tengan voluntad en remover asuntos turbios. No hay que olvidar que la AECI se encuentra en un proceso de reforma, con muchas tensiones internas. Por otra parte, en términos generales, es la administración pública quien ha creado este monstruo de sistemas de financiación que caracteriza todo el sector de la cooperación. Sería su responsabilidad de reorientar este hijo suyo, pero ya es mayorcito y, como tal, reacio a cambios reales.
P: ¿Creéis que la utilización de las denuncias a prácticas presuntamente fraudulentas de ONG es una nueva tendencia política para ganar votos o no es nada nuevo?
R: No es una tendencia política, sino un uso partidista de una realidad del sector de la cooperación al desarrollo, lo que implica que solamente se denuncia, pero no se llega jamás al fondo de estas cuestiones. Las ONGD lo saben muy bien, ya que conocen los entramados de la financiación de sus actividades, el valor político que tiene la cooperación y la solidaridad, la importancia de la foto, etc. Esto explica el enorme silencio que reina en el sector, a pesar de que hay cientos de personas que saben perfectamente donde están las situaciones graves y a quién habría que dirigirse para denunciarlas (es decir, a la fiscalía).
P: ¿Recordáis casos anteriores similares?
R: Seguramente para escribir un libro negro de algunos capítulos largos y animados. Pero hasta que nadie se moje realmente y la gente que maneja la información (técnicos de proyectos, administradores, contables, etc.) no la canalice a los sitios necesarios, será difícil llevar a cabo la investigación ya que entras en cuestiones legales. Lógicamente, como en el caso de ANESVAD, esta debería ser una tarea de los auditores de los financiadores, de la policía y de los fiscales, no un "debate" en el sector.
Agradecemos a Olga su interés y recomendamos el artículo publicado sobre la "guerra de las denuncias". En La andadura de la cooperación al desarrollo nos parece un tema algo cansino, ya que la indignación se mueve en un círculo bastante cerrado sin que haya cambios reales. Resulta agobiante y surrealista que las personas que manejan la información importante (técnicos, contables, auditores etc.) no tengan ningún canal viable dentro del sector para comunicar lo que ya sabemos casi todos: La solidaridad es, al menos en parte, un negocio con beneficios políticos y económicos extraordinarios y sin riesgos importantes.
Aquí va nuestra breve entrevista con Olga:
Pregunta: ¿Son denuncias partidistas?
Respuesta: Desde nuestro punto de vista, sólo parcialmente. En la realidad del sector, parece que existen situaciones muy graves, incluso desde el punto de vista penal, que no se están destapando ni analizando de forma adecuada. Todos los que trabajamos en la cooperación, sabemos más o menos claramente quienes son las ovejas negras y por qué razones se protegen. Por otra parte, sí existe partidismo, pero en el sentido poco favorable: Si el PSOE denuncia el caso de CIPIE, el PP responde con acusaciones contra MPDL. Izquierda Unida tiene un problema añadido, ya que la solidaridad es uno de sus temas preferidos para movilizar a su electorado y no saben muy bien cómo enfocar esta problemática estructural, a pesar de que sin duda tienen mucha más información de la que difunden al respecto.
No resulta difícil adivinar el resultado. A nadie le interesa sacar todos estos trapos sucios y mostrarle a la opinión pública, tan favorable a la solidaridad y la cooperación, los aspectos menos agradables de un sector tan viciado como la cooperación al desarrollo. Desde luego, menos aún en el caso de la cooperación descentralizada a la que iluminan muy escasos focos independientes de atención y análisis.
P: ¿Qué está ocurriendo? ¿Cómo puede afectar al sector esta repentina atención hacia él?
R: Pues creemos que es una atención tanto repentina como pasajera, y las ONGD son conscientes de su posición privilegiada: Trabajan en la solidaridad y la cooperación, temas que son pesos políticos y no se cuestionan desde la opinión pública. Que además aportan beneficios rápidos y constantes a los Gobiernos frente a esta misma opinión pública y que mueven mucho dinero sin pedir resultados claros. También este episodio pasará, sin duda alguna. En cierta manera, la capacidad de aprendizaje de las ONGD se concentra en sobrevivir a la sombra del gran árbol mejormundista, al que nadie pide explicaciones. Si realmente se quisiera cambiar algo, habría que tirar abajo todo el chiringuito de financiación de ONGD y, desde la Ley de Subvenciones, reconstruir de forma centralizada las reglas e instituciones sobre una base transparente, meritocrática y competitiva. Lógicamente, en el sector es prácticamente imposible encontrar aliados para esta tarea.
P: ¿Están reaccionando responsablemente la Coordinadoras de ONGD ante casos como estos?
R: Bueno, la CONGDE se suele lavar las manos, hablando de un margen de ovejas negras lamentable, pero en principio aceptable. En el caso de ANESVAD, la CONGDE al parecer ha coordinado su posicionamiento con la AECI, para evitar más sospechas. En los expedientes de CIPIE y MPDL, la CONGDE se encuentra en una posición muy compleja que no le permitirá formular ninguna estrategia coherente, ya que se ha constituido como una plataforma de ONGD tanto de izquierdas como de derechas, por lo que no se posicionará en el humo que se ha levantado en torno a la Comunidad de Madrid. Por otra parte, en la CONGDE están federadas tanto ONGD muy serias como ONGD menos responsables que, sin embargo, aparentemente cumplen con el Código de Conducta. En este sentido, la CONGDE cumple con su mandato, lo que no necesariamente ayuda a mejorar las cosas en el sector.
A nivel de las Coordinadoras autonómicas, existe una debilidad institucional crónica a la hora de responder a estos desafíos. Por la escasa disposición de las ONGD a invertir en el funcionamiento de sus redes, la independencia parece muy difícil de asegurar. Así, parte del presupuesto de la FONGDCAM se nutre de subvenciones de la Comunidad de Madrid. No es de esperar que muerda la mano que le da de comer.
P: ¿Qué papel tiene que tener la AECI en todo esto?
R: La AECI opta por ser la pastillita calmante, remitiendo al cumplimiento de los procedimientos administrativos y controles convencionales. No le interesa abrir este cajón, que, hay poca duda, debe de estar bastante lleno de situaciones parecidas. Ya que el trabajo con las ONGD es solamente una parte de la labor de la AECI, que ya está causando bastantes estorbos, no creemos que tengan voluntad en remover asuntos turbios. No hay que olvidar que la AECI se encuentra en un proceso de reforma, con muchas tensiones internas. Por otra parte, en términos generales, es la administración pública quien ha creado este monstruo de sistemas de financiación que caracteriza todo el sector de la cooperación. Sería su responsabilidad de reorientar este hijo suyo, pero ya es mayorcito y, como tal, reacio a cambios reales.
P: ¿Creéis que la utilización de las denuncias a prácticas presuntamente fraudulentas de ONG es una nueva tendencia política para ganar votos o no es nada nuevo?
R: No es una tendencia política, sino un uso partidista de una realidad del sector de la cooperación al desarrollo, lo que implica que solamente se denuncia, pero no se llega jamás al fondo de estas cuestiones. Las ONGD lo saben muy bien, ya que conocen los entramados de la financiación de sus actividades, el valor político que tiene la cooperación y la solidaridad, la importancia de la foto, etc. Esto explica el enorme silencio que reina en el sector, a pesar de que hay cientos de personas que saben perfectamente donde están las situaciones graves y a quién habría que dirigirse para denunciarlas (es decir, a la fiscalía).
P: ¿Recordáis casos anteriores similares?
R: Seguramente para escribir un libro negro de algunos capítulos largos y animados. Pero hasta que nadie se moje realmente y la gente que maneja la información (técnicos de proyectos, administradores, contables, etc.) no la canalice a los sitios necesarios, será difícil llevar a cabo la investigación ya que entras en cuestiones legales. Lógicamente, como en el caso de ANESVAD, esta debería ser una tarea de los auditores de los financiadores, de la policía y de los fiscales, no un "debate" en el sector.
miércoles, 10 de enero de 2007
las nubes negras del delta del níger manchan el premio asturias
Cuando en mayo de 2006 se concedió el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación, dotado de 50.000 euros, a la Fundación del hombre más rico del mundo, Bill Gates, no pocos dudábamos de los motivos reales del gremio. Aunque con escasa publicación en España, país sufridor de una cultura de fundaciones bastante particular, las críticas a la Fundación Bill and Melinda Gates siempre han sido múltiples, quitando el brillo de la filantropía altruista con el que el fundador y ex presidente de Microsoft ha querido cambiar su imagen de monopolista multado por la Comisión Europea.
El pasado domingo, el Los Angeles Times publicó un duro reportaje sobre la realidad de esta Fundación que ya está causando gran revuelo en Estados Unidos. Los hechos: La Fundación cuenta con un fondo de donación de 24,5 miles de millones de Euros, de los que en 2005 solamente 1,1 miles de millones de euros (el 5%) se dedicaron a sus fines fundacionales, es decir, a la igualdad del acceso a la salud y la educación. El 95% restante se invierte, como cualquier buen capitalista, en fondos de acciones, supuestamente con el fin de generar nuevos ingresos para la Fundación.
El problema reside en que la Fundación Bill and Melinda Gates invierte en algunas de las empresas más sucias e irresponsables del planeta, entre ellas petroleras, farmacéuticas e industria química. Esto lleva a situaciones absurdas, propias del modelo de solidaridad neoliberal: En el Delta del Níger, la Fundación apoya con 167 millones de euros un programa de vacunación contra la polio, al mismo tiempo que ha invertido 325 millones de euros (el doble) en empresas petroleras como Total, Exxon Mobil y Shell. Las llamas de los campos de petróleo de estas empresas causan permanentes nubes negras cuyas lluvias contaminan a la población del Delta del Níger con no menos de 250 sustancias tóxicas. Así, por un lado, se inmuniza a los niños contra la polio, y por otro, estos están sufriendo todo tipo de enfermedades respiratorias ("Aquí, todos somos fumadores, pero no de cigarrillos", dice un médico local). Algo parecido ocurre en el llamado "Valle del Cáncer" en Durban (Suráfrica), donde la emisión de dioxina y otras sustancias cancerígenas es una de las más altas del mundo. Responsables: BP y Shell. Accionista: La Fundación Gates. Y de postre, en el campo de salud, la Fundación ha invertido cientos de millones de euros en empresas farmacéuticas (Schering, Merck, Abbott) que fijan precios desorbitados para los medicamentos vitales para la lucha contra el SIDA, es decir, cierran el acceso por parte de los pobres en todo el mundo, aquellos con los que la pareja Gates le gusta hacerse la foto.
¿Merece una institución de estas características el Premio de Asturias de Cooperación? En La andadura pensamos que sí, ya que demuestra la verdadera cara de la solidaridad hoy en día: Una marca comercial bajo la que se vende cualquier barbaridad. En España, ya tenemos nuestras propias experiencias con este tipo de cinismo: Los negocios accionistas de Intermón Oxfam y Unicef Comité Español, la filantropía de Repsol YPF y el botellón solidario que están montando en Madrid.
El pasado domingo, el Los Angeles Times publicó un duro reportaje sobre la realidad de esta Fundación que ya está causando gran revuelo en Estados Unidos. Los hechos: La Fundación cuenta con un fondo de donación de 24,5 miles de millones de Euros, de los que en 2005 solamente 1,1 miles de millones de euros (el 5%) se dedicaron a sus fines fundacionales, es decir, a la igualdad del acceso a la salud y la educación. El 95% restante se invierte, como cualquier buen capitalista, en fondos de acciones, supuestamente con el fin de generar nuevos ingresos para la Fundación.
El problema reside en que la Fundación Bill and Melinda Gates invierte en algunas de las empresas más sucias e irresponsables del planeta, entre ellas petroleras, farmacéuticas e industria química. Esto lleva a situaciones absurdas, propias del modelo de solidaridad neoliberal: En el Delta del Níger, la Fundación apoya con 167 millones de euros un programa de vacunación contra la polio, al mismo tiempo que ha invertido 325 millones de euros (el doble) en empresas petroleras como Total, Exxon Mobil y Shell. Las llamas de los campos de petróleo de estas empresas causan permanentes nubes negras cuyas lluvias contaminan a la población del Delta del Níger con no menos de 250 sustancias tóxicas. Así, por un lado, se inmuniza a los niños contra la polio, y por otro, estos están sufriendo todo tipo de enfermedades respiratorias ("Aquí, todos somos fumadores, pero no de cigarrillos", dice un médico local). Algo parecido ocurre en el llamado "Valle del Cáncer" en Durban (Suráfrica), donde la emisión de dioxina y otras sustancias cancerígenas es una de las más altas del mundo. Responsables: BP y Shell. Accionista: La Fundación Gates. Y de postre, en el campo de salud, la Fundación ha invertido cientos de millones de euros en empresas farmacéuticas (Schering, Merck, Abbott) que fijan precios desorbitados para los medicamentos vitales para la lucha contra el SIDA, es decir, cierran el acceso por parte de los pobres en todo el mundo, aquellos con los que la pareja Gates le gusta hacerse la foto.
¿Merece una institución de estas características el Premio de Asturias de Cooperación? En La andadura pensamos que sí, ya que demuestra la verdadera cara de la solidaridad hoy en día: Una marca comercial bajo la que se vende cualquier barbaridad. En España, ya tenemos nuestras propias experiencias con este tipo de cinismo: Los negocios accionistas de Intermón Oxfam y Unicef Comité Español, la filantropía de Repsol YPF y el botellón solidario que están montando en Madrid.
lunes, 18 de diciembre de 2006
transparencia y espejismos en la solidaridad española
La semana pasada, los prestigiosos investigadores de One World Trust publicaron su informe global sobre la rendición de cuentas, que analiza las 30 organizaciones internacionales (ONG, organismos multilaterales y empresas multinacionales) más poderosas del mundo. Entre ellas, 10 ONG internacionales, algunas activas en la cooperación española: Ayuda en Acción, Intermón Oxfam, Cruz Roja y World Visión.
En el estudio, se utilizaron cuatro criterios cuyos resultados a efectos de los cooperantes se pueden resumir de la siguiente manera:
Transparencia: Como única ONGD, Ayuda en Acción cuenta con una política adecuada de información, un criterio que también cumplen actores tan odiados como el Banco Mundial o Nestlé. La Federación de Cruz Roja y Oxfam International suspenden claramente en este criterio.
Participación: Lógicamente, es -y debería ser- el punto fuerte de las ONGD frente a otras formas de organización internacional.
Evaluación: Junto con los organismos multilaterales, las ONGD cuentan con políticas adecuadas de evaluación de impacto de su labor. Aun así, Cruz Roja está cerca del suspenso en este criterio.
Capacidad de respuesta y la gestión de quejas: Casi inexistente en el sector, las ONGD no cuentan con herramientas adecuadas para responder a demandas o quejas de la sociedad. Sólo World Vision aprueba, por muy poco.
En suma, salvo en el criterio de participación, los organismos multilaterales (51 puntos sobre 100) son más transparentes que las ONG en todos los sentidos. Y lo más interesante: ONG y empresas multinacionales comparten la misma valoración media: 42,5 puntos.
En otras palabras, las 10 ONG más grandes, las que suelen predicar el buen ejemplo, responden ante la sociedad en términos casi idénticos que las 10 empresas más globalizadas (entre ellas verdaderas joyas como Exxon, Pfizer y Wal-Mart).
Que nadie se engañe: el estudio va mucho más a fondo que los análisis principalmente de gestión interna, que lleva a cabo la Fundación Lealtad. Estos días, este supuesto garante de la calidad se dedica a recomendar a las empresas colaboraciones con ciertas ONGD.
Con este fondo, la "declaración de compromiso por la calidad en el tercer sector de acción social", firmada la semana pasada por 75 ONG en el Congreso sobre Calidad, Tercer Sector y Política Social, resulta -en el mejor de los casos- inocente. Diplomáticamente, elmundo.es nos cuenta que las ONG "se comprometen con la calidad sin perder los valores que les son propios como el voluntariado y la solidaridad". No sólo los indigentes saben muy bien a qué se refieren.
Las ONG españolas, siempre en vanguardia, empiezan con todo un ejercicio de calidad, buenas prácticas de información y transparencia: no es posible encontrar en Internet dicha declaración.
En el estudio, se utilizaron cuatro criterios cuyos resultados a efectos de los cooperantes se pueden resumir de la siguiente manera:
Transparencia: Como única ONGD, Ayuda en Acción cuenta con una política adecuada de información, un criterio que también cumplen actores tan odiados como el Banco Mundial o Nestlé. La Federación de Cruz Roja y Oxfam International suspenden claramente en este criterio.
Participación: Lógicamente, es -y debería ser- el punto fuerte de las ONGD frente a otras formas de organización internacional.
Evaluación: Junto con los organismos multilaterales, las ONGD cuentan con políticas adecuadas de evaluación de impacto de su labor. Aun así, Cruz Roja está cerca del suspenso en este criterio.
Capacidad de respuesta y la gestión de quejas: Casi inexistente en el sector, las ONGD no cuentan con herramientas adecuadas para responder a demandas o quejas de la sociedad. Sólo World Vision aprueba, por muy poco.
En suma, salvo en el criterio de participación, los organismos multilaterales (51 puntos sobre 100) son más transparentes que las ONG en todos los sentidos. Y lo más interesante: ONG y empresas multinacionales comparten la misma valoración media: 42,5 puntos.
En otras palabras, las 10 ONG más grandes, las que suelen predicar el buen ejemplo, responden ante la sociedad en términos casi idénticos que las 10 empresas más globalizadas (entre ellas verdaderas joyas como Exxon, Pfizer y Wal-Mart).
Que nadie se engañe: el estudio va mucho más a fondo que los análisis principalmente de gestión interna, que lleva a cabo la Fundación Lealtad. Estos días, este supuesto garante de la calidad se dedica a recomendar a las empresas colaboraciones con ciertas ONGD.
Con este fondo, la "declaración de compromiso por la calidad en el tercer sector de acción social", firmada la semana pasada por 75 ONG en el Congreso sobre Calidad, Tercer Sector y Política Social, resulta -en el mejor de los casos- inocente. Diplomáticamente, elmundo.es nos cuenta que las ONG "se comprometen con la calidad sin perder los valores que les son propios como el voluntariado y la solidaridad". No sólo los indigentes saben muy bien a qué se refieren.
Las ONG españolas, siempre en vanguardia, empiezan con todo un ejercicio de calidad, buenas prácticas de información y transparencia: no es posible encontrar en Internet dicha declaración.
lunes, 11 de diciembre de 2006
el baile de los fondos de 2007
La ciega confianza de la sociedad española, cercana o no a la solidaridad, permite unas acrobacias interesantes de la Secretaria de Estado para la Cooperación, Leire Pajín, para vender el famoso 0,5% en el 2008.
En los nuevos presupuestos anuales de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) de España entramos nuevamente en una dinámica ya conocida como las maravillas presupuestarias, que dieron su último baile a principios de octubre en el Congreso.
Así, para el 2007, se habla de una AOD total de 4.200 millones de Euros, lo que equivale a un 0,42% del Producto Interior Bruto. Hasta ahí se cumple el programa electoral.
Pero una mirada más a fondo arroja unos datos curiosos:
- la AECI gestionará unos 716 millones de Euros (17% de la AOD), un tercio más que en 2006
- 624 millones de Euros (15%) son para créditos FAD que siguen creciendo a pesar de la Proposición de Ley Reguladora del Tratamiento de la Deuda Externa solicita una urgente reforma de este instrumento dudoso
- 539 millones de Euros (13%) son cancelación de la deuda externa, es decir, es una ayuda gris, ya que virtual
- a África Subsahariana, la zona más pobre del mundo, se destinan unos muy generosos 400 millones de Euros (9%)
Así se encuentra el panorama actual de la calidad de la ayuda a prestar. Otra cuestión más que caliente en el sector - sobre todo entre el personal eternamente precario de la AECI - es la gestión adecuada de los continuos aumentos de fondos. En torno a la AECI corre el rumor, cada vez más lejano, de una reforma que le permitiría asumir sus cada vez más amplias responsabilidades.
Pero lejos de ello, en la única estructura institucional de nueva creación, la DGPOLDE, están sudando con la fiebre planificadora, en vez de mejorar la gestión y la evaluación. El Consejo de Cooperación recientemente ha expresado su temor (¡atención!) ante los 325 planes diferentes para esta legislatura. La mayoría de ellos no cuenta ni con la más mínima concreción operativa.
Mientras en la AECI piensan que se les explotará el chiringuito entre las manos por tanta gestión no renovada y poco sostenible, en el sector de la ONGD siguen sosteniendo que el aumento de subvenciones para ellas, hasta los 160 millones de Euros, es más bien decepcionante. En otros contextos, como en el Foro AOD de FRIDE, tratan de proponer soluciones a los verdaderos problemas de la cooperación española, pero muy poca gente se anima a participar.
O quizá nadie tiene nada que aportar, quién sabe.
En los nuevos presupuestos anuales de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) de España entramos nuevamente en una dinámica ya conocida como las maravillas presupuestarias, que dieron su último baile a principios de octubre en el Congreso.
Así, para el 2007, se habla de una AOD total de 4.200 millones de Euros, lo que equivale a un 0,42% del Producto Interior Bruto. Hasta ahí se cumple el programa electoral.
Pero una mirada más a fondo arroja unos datos curiosos:
- la AECI gestionará unos 716 millones de Euros (17% de la AOD), un tercio más que en 2006
- 624 millones de Euros (15%) son para créditos FAD que siguen creciendo a pesar de la Proposición de Ley Reguladora del Tratamiento de la Deuda Externa solicita una urgente reforma de este instrumento dudoso
- 539 millones de Euros (13%) son cancelación de la deuda externa, es decir, es una ayuda gris, ya que virtual
- a África Subsahariana, la zona más pobre del mundo, se destinan unos muy generosos 400 millones de Euros (9%)
Así se encuentra el panorama actual de la calidad de la ayuda a prestar. Otra cuestión más que caliente en el sector - sobre todo entre el personal eternamente precario de la AECI - es la gestión adecuada de los continuos aumentos de fondos. En torno a la AECI corre el rumor, cada vez más lejano, de una reforma que le permitiría asumir sus cada vez más amplias responsabilidades.
Pero lejos de ello, en la única estructura institucional de nueva creación, la DGPOLDE, están sudando con la fiebre planificadora, en vez de mejorar la gestión y la evaluación. El Consejo de Cooperación recientemente ha expresado su temor (¡atención!) ante los 325 planes diferentes para esta legislatura. La mayoría de ellos no cuenta ni con la más mínima concreción operativa.
Mientras en la AECI piensan que se les explotará el chiringuito entre las manos por tanta gestión no renovada y poco sostenible, en el sector de la ONGD siguen sosteniendo que el aumento de subvenciones para ellas, hasta los 160 millones de Euros, es más bien decepcionante. En otros contextos, como en el Foro AOD de FRIDE, tratan de proponer soluciones a los verdaderos problemas de la cooperación española, pero muy poca gente se anima a participar.
O quizá nadie tiene nada que aportar, quién sabe.
lunes, 4 de diciembre de 2006
la indiferencia ecológica como distintivo de la cooperación española
Este fin de semana se ha celebrado en Madrid el octavo Congreso Nacional del Medio Ambiente (CONAMA). En esta Cumbre de la Sostenibilidad han participado unos 10.000 congresistas, lo que la convierte en un verdadero referente para el desarrollo sostenible en España.
Su manifiesto es claro y contundente con la indiferencia de la práctica totalidad de las ONG españolas frente a los profundos cambios ecológicos y climáticos que estamos viviendo:
Desde La andadura, recordamos que la cooperación al desarrollo en España no conoce el color verde en ninguna de sus facetas, careciendo de estrategias de sostenibilidad ecológica a todos los niveles. Este es el caso de la Confederación de ONG de Desarrollo en España, CONGDE, que se preocupa tan profundamente por temas como la correcta utilización de imágenes, o las relaciones entre ONG y empresas. Pero no se ha pronunciado en toda su historia sobre el desarrollo sostenible como concepto básico de una solidaridad que tenga futuro de aquí a 20 años. De hecho, ninguna ONG de desarrollo, ni siquiera las formalmente afiliadas a la UICN, participó en la Cumbre del Desarrollo Sostenible celebrada en Madrid.
Otro ejemplo: El último esfuerzo planificador de la AECI consistió en una desagradable mezcla de intereses económicos, lucha contra la inmigración irregular y paranoia terrorista, a la que se denomina Plan África. Este documento llega a mencionar difusamente la desertificación como principal problema de África Subsahariana. En realidad, según nos comunican desde la reciente Cumbre de Basilea, el problema es que el continente africano sirve de vertedero para ordenadores y móviles obsoletos de los países industrializados. Si la cantidad de la basura tecnológica generada solamente en Europa se trajera a Nairobi, daría para cubrir la ciudad entera cada año con, atención, un metro de desechos. Lo dice Timo Makela, de la Dirección de Medio Ambiente de la Comisión Europea.
Pero lo que le interesa al Gobierno español no son los desiertos ni los agujeros negros de la basura electrónica ni los vertidos accidentales como el de Costa de Marfil, sino los acuerdos para permitir la sobreexplotación pesquera por parte de empresas españolas. A su vez, estos acuerdos dejan en paro a los pescadores del Occidente africano, que encuentran un precario negocio alternativo en la construcción y venta de cayucos.
Su manifiesto es claro y contundente con la indiferencia de la práctica totalidad de las ONG españolas frente a los profundos cambios ecológicos y climáticos que estamos viviendo:
- Nos preocupa, y lo denunciamos, que la mayoría de las organizaciones sociales que representan a esta sociedad no tienen entre sus objetivos conciliar el respeto al medio ambiente con sus respectivas actividades, salvo aquellas que han hecho de esta causa su razón de ser.
Desde La andadura, recordamos que la cooperación al desarrollo en España no conoce el color verde en ninguna de sus facetas, careciendo de estrategias de sostenibilidad ecológica a todos los niveles. Este es el caso de la Confederación de ONG de Desarrollo en España, CONGDE, que se preocupa tan profundamente por temas como la correcta utilización de imágenes, o las relaciones entre ONG y empresas. Pero no se ha pronunciado en toda su historia sobre el desarrollo sostenible como concepto básico de una solidaridad que tenga futuro de aquí a 20 años. De hecho, ninguna ONG de desarrollo, ni siquiera las formalmente afiliadas a la UICN, participó en la Cumbre del Desarrollo Sostenible celebrada en Madrid.
Otro ejemplo: El último esfuerzo planificador de la AECI consistió en una desagradable mezcla de intereses económicos, lucha contra la inmigración irregular y paranoia terrorista, a la que se denomina Plan África. Este documento llega a mencionar difusamente la desertificación como principal problema de África Subsahariana. En realidad, según nos comunican desde la reciente Cumbre de Basilea, el problema es que el continente africano sirve de vertedero para ordenadores y móviles obsoletos de los países industrializados. Si la cantidad de la basura tecnológica generada solamente en Europa se trajera a Nairobi, daría para cubrir la ciudad entera cada año con, atención, un metro de desechos. Lo dice Timo Makela, de la Dirección de Medio Ambiente de la Comisión Europea.
Pero lo que le interesa al Gobierno español no son los desiertos ni los agujeros negros de la basura electrónica ni los vertidos accidentales como el de Costa de Marfil, sino los acuerdos para permitir la sobreexplotación pesquera por parte de empresas españolas. A su vez, estos acuerdos dejan en paro a los pescadores del Occidente africano, que encuentran un precario negocio alternativo en la construcción y venta de cayucos.
lunes, 26 de junio de 2006
repsol y balas para áfrica
A mediados de la legislatura socialista y tras los incontables muertos en los muros de la vergüenza y las aguas atlánticas, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación presentó hace unas semanas el Plan África 2006-2008, con el que prevé mejorar las estructuras políticas, promover la lucha contra la pobreza, fomentar la cooperación en materia de control migratorio y promover "intercambios" comerciales y de inversión. El Plan África incluye cuestiones como la readmisión de inmigrantes, la defensa de intereses del sector pesquero y energético, un aumento de los créditos FAD y una mayor proyección de la lengua española en África. En otras palabras, un Plan con el que finalmente el MAE se ha quitado la máscara benevolente de lo solidario.
Mientras en la AECI se dedican a homenajear a los suyos, no existe reparo alguno en reforzar aún más la condicionalidad de la ayuda española a los países subsaharianos. Ayuda que se encuentra ahora oficialmente ligada a acuerdos de repatriación, que, por cierto, se llevan a cabo en condiciones más que dudosas. Las inversiones de Repsol YPF en Argelia y Mauritania (bajo el término de "seguridad energética") son otro bonito ejemplo de ayuda altruista y "sostenible", no dude en consultarlo con sus amigos bolivianos.
En materia de desarrollo, el Plan África no aporta ideas eficientes ni estrategias creativas, sino que asigna a la cooperación y a la supuesta solidaridad un rol subordinado a unas políticas represivas de inmigración y un severo control de fronteras. Así, justo dos semanas antes de la esperada Conferencia Euro-Africana de Rabat, se ha creado un marco adecuado para seguir reprimiendo los flujos migratorios a costa de los cientos de ahogados en el Atlántico.
De cara al público, hoy se ha firmado el convenio para la creación de la Casa África en Las Palmas que se inaugurará en septiembre. Mientras tanto, el MAE compra las firmas de acuerdos migratorios con créditos FAD y las actuaciones de la AECI se están militarizando (como recientemente en Mauritania). Ya hay suficiente experiencia en esta materia: según indica un reciente informe de Oxfam International, España sigue siendo campeón mundial en la exportación de munición a África Subsahariana.
Mientras en la AECI se dedican a homenajear a los suyos, no existe reparo alguno en reforzar aún más la condicionalidad de la ayuda española a los países subsaharianos. Ayuda que se encuentra ahora oficialmente ligada a acuerdos de repatriación, que, por cierto, se llevan a cabo en condiciones más que dudosas. Las inversiones de Repsol YPF en Argelia y Mauritania (bajo el término de "seguridad energética") son otro bonito ejemplo de ayuda altruista y "sostenible", no dude en consultarlo con sus amigos bolivianos.
En materia de desarrollo, el Plan África no aporta ideas eficientes ni estrategias creativas, sino que asigna a la cooperación y a la supuesta solidaridad un rol subordinado a unas políticas represivas de inmigración y un severo control de fronteras. Así, justo dos semanas antes de la esperada Conferencia Euro-Africana de Rabat, se ha creado un marco adecuado para seguir reprimiendo los flujos migratorios a costa de los cientos de ahogados en el Atlántico.
De cara al público, hoy se ha firmado el convenio para la creación de la Casa África en Las Palmas que se inaugurará en septiembre. Mientras tanto, el MAE compra las firmas de acuerdos migratorios con créditos FAD y las actuaciones de la AECI se están militarizando (como recientemente en Mauritania). Ya hay suficiente experiencia en esta materia: según indica un reciente informe de Oxfam International, España sigue siendo campeón mundial en la exportación de munición a África Subsahariana.
jueves, 15 de junio de 2006
grandes que predican (aportación externa)
Varios periódicos españoles, usualmente parcos en cuanto a noticias relacionadas con la cooperación al desarrollo, han dedicado un amplio espacio a la noticia de la adopción por parte de 11 grandes ONG de un código de conducta y transparencia.
Así, El País nos relata que estas 11 grandes ONG (entre ellas Oxfam, Ayuda en Acción, Amnistía Internacional, Greenpeace y Save the Children) se han impuesto de manera voluntaria un detallado código de conducta y transparencia que persigue garantizar y profundizar su legitimidad ante la opinión pública. Con este código, abierto a todas las ONG que acepten esos mismos principios, los firmantes quieren adelantarse a la creciente crítica sobre el poder de estas organizaciones con carencias importantes con respecto a la democracia interna.
Las pequeñas deberían agradecer la información y la oportunidad de que se les deje abierto dicho código, sin poder dejar de recordar que suscriben, al igual que la mayoría de asociaciones y fundaciones activas en el ámbito de la cooperación internacional al desarrollo, diversos códigos de conducta específicos al sector, existentes en el ámbito autonómico, nacional y europeo. Así, por mucho que desde Oxfam se nos explique que predican con el ejemplo mediante un paso sin precedentes y con la primera iniciativa que establece estándares internacionales en el sector de las ONG, nos cuesta encontrar algo innovador en las escasas ocho páginas de dicho código.
No sólo el documento no aporta nada nuevo respecto a los diversos códigos de conducta vigentes, sino que considera oportuno resaltar lo evidente: las 11 grandes ONG deberán cumplir la ley.
Así, las organizaciones nos tranquilizan al recordarnos por ejemplo que sus políticas de recursos humanos establecen la prohibición específica de cualquier acto de soborno o corrupción por parte del personal o nos aclaran que: a través de nuestras políticas, estableceremos el respeto a la integridad sexual en todos nuestros programas y actividades, prohibiendo el acoso, la explotación y la discriminación sexual. Un nivel de compromiso realmente asombroso.
Por último, preocupa constatar cómo en el ámbito de las ONG se impone cada vez más una lógica de “yo me lo guiso yo me lo como”, dónde la iniciativa privada sustituye el protagonismo de la esfera pública y escapa de todo control y debate. Las 11 grandes ONG no necesitan regulación colectiva alguna, ni colaborar con el resto del tejido asociativo. Al igual que las grandes empresas cuando se lavan la cara con sus códigos de responsabilidad social corporativa, las grandes ONG diseñan sus propias reglas y los periódicos nos informan de lo buenas que son.
Así, El País nos relata que estas 11 grandes ONG (entre ellas Oxfam, Ayuda en Acción, Amnistía Internacional, Greenpeace y Save the Children) se han impuesto de manera voluntaria un detallado código de conducta y transparencia que persigue garantizar y profundizar su legitimidad ante la opinión pública. Con este código, abierto a todas las ONG que acepten esos mismos principios, los firmantes quieren adelantarse a la creciente crítica sobre el poder de estas organizaciones con carencias importantes con respecto a la democracia interna.
Las pequeñas deberían agradecer la información y la oportunidad de que se les deje abierto dicho código, sin poder dejar de recordar que suscriben, al igual que la mayoría de asociaciones y fundaciones activas en el ámbito de la cooperación internacional al desarrollo, diversos códigos de conducta específicos al sector, existentes en el ámbito autonómico, nacional y europeo. Así, por mucho que desde Oxfam se nos explique que predican con el ejemplo mediante un paso sin precedentes y con la primera iniciativa que establece estándares internacionales en el sector de las ONG, nos cuesta encontrar algo innovador en las escasas ocho páginas de dicho código.
No sólo el documento no aporta nada nuevo respecto a los diversos códigos de conducta vigentes, sino que considera oportuno resaltar lo evidente: las 11 grandes ONG deberán cumplir la ley.
Así, las organizaciones nos tranquilizan al recordarnos por ejemplo que sus políticas de recursos humanos establecen la prohibición específica de cualquier acto de soborno o corrupción por parte del personal o nos aclaran que: a través de nuestras políticas, estableceremos el respeto a la integridad sexual en todos nuestros programas y actividades, prohibiendo el acoso, la explotación y la discriminación sexual. Un nivel de compromiso realmente asombroso.
Por último, preocupa constatar cómo en el ámbito de las ONG se impone cada vez más una lógica de “yo me lo guiso yo me lo como”, dónde la iniciativa privada sustituye el protagonismo de la esfera pública y escapa de todo control y debate. Las 11 grandes ONG no necesitan regulación colectiva alguna, ni colaborar con el resto del tejido asociativo. Al igual que las grandes empresas cuando se lavan la cara con sus códigos de responsabilidad social corporativa, las grandes ONG diseñan sus propias reglas y los periódicos nos informan de lo buenas que son.
martes, 30 de mayo de 2006
ser cooperante en la aeci: precariedad sin fronteras
Cuando ZP inauguró el talante como paradigma de la política española, se esperaron grandes cambios en la cooperación al desarrollo que poco a poco se han reducido a "pasos adelante" y la "recuperación del tiempo perdido".
Un buen ejemplo es la propia AECI que no solamente se ha quedado estancada en un never ending proceso de reforma hacia un organismo, algún día y tal vez, más independiente y mejor organizado. Hace unos días, los expatriados de la AECI, aquel personal técnico que trabaja físicamente en la OTC, pero se encuentra adscrito oficialmente a proyectos que "pertenecen" al estado receptor de la ayuda, dieron un toque de atención a Leire Pajín con un comunicado difundido entre las agencias de noticias. En él, critican que el recientemente aprobado Estatuto del Cooperante no cubra el personal propio de la Cooperación Española, ya que no cuentan ni con un contrato laboral español. En otras palabras, la AECI mantiene un amplio grupo de profesionales en condiciones grotescamente precarias y vulnerables: no tienen acceso al sistema de seguridad social español ni a un seguro médico ni a la protección consular más allá de la de cualquier español residente en el extranjero. Es decir, se desplaza a los técnicos propios no solamente física, sino también jurídicamente a los PVD, un hecho sin duda único en todo el sistema europeo de AOD.
Efectivamente, llama la atención el que se promueva desde la AECI una legislación favorable para los cooperantes españoles que excluye directamente a un aprox. 70% de su propio personal, unos 160 técnicos (de los 230 totales). Vistas las mejoras laborales del nuevo estatuto del cooperantes, la AECI aparece así como una ETT de subcontratas, frente a lo que las ONGD ofrecerán condiciones parecidas a los expatriados en PVD de cualquier empresa multinacional que se precie. No es difícil prever a qué segmento se desplazarán los cooperantes de mejor perfil ni como avanzará la prevista profesionalización de la AECI.
Pero desde la Avenida de los Reyes Católicos ya promueven sus propias maniobras de camuflaje: Entienden la impaciencia, pero indican que ya se están creando nuevos puestos fijos (a los que no se sabe aún si acceden precisamente los precarios veteranos). También acaban de firmar un convenio con La 2 sobre la realización de no menos de 13 documentales entorno a las labores de los cooperantes españoles del Programa de desarrollo del Sur y Este de la cuenca mediterránea, Azahar. Con ello, según la Secretaria de Estado para la Cooperación, se pretende "sensibilizar sobre las costumbres y el papel de la cooperación española" en la zona, lo que sin duda alegrará a los precarios desplazados entre Líbano y Mauritania.
Por cierto, el día del cooperante, proclamado por el Gobierno junto al estatuto, coincide con aquellos de Extremadura y Asturias, la alfabetización mundial y de Natividad de la Santisima Virgen María. Así hay para todos los gustos.
Un buen ejemplo es la propia AECI que no solamente se ha quedado estancada en un never ending proceso de reforma hacia un organismo, algún día y tal vez, más independiente y mejor organizado. Hace unos días, los expatriados de la AECI, aquel personal técnico que trabaja físicamente en la OTC, pero se encuentra adscrito oficialmente a proyectos que "pertenecen" al estado receptor de la ayuda, dieron un toque de atención a Leire Pajín con un comunicado difundido entre las agencias de noticias. En él, critican que el recientemente aprobado Estatuto del Cooperante no cubra el personal propio de la Cooperación Española, ya que no cuentan ni con un contrato laboral español. En otras palabras, la AECI mantiene un amplio grupo de profesionales en condiciones grotescamente precarias y vulnerables: no tienen acceso al sistema de seguridad social español ni a un seguro médico ni a la protección consular más allá de la de cualquier español residente en el extranjero. Es decir, se desplaza a los técnicos propios no solamente física, sino también jurídicamente a los PVD, un hecho sin duda único en todo el sistema europeo de AOD.
Efectivamente, llama la atención el que se promueva desde la AECI una legislación favorable para los cooperantes españoles que excluye directamente a un aprox. 70% de su propio personal, unos 160 técnicos (de los 230 totales). Vistas las mejoras laborales del nuevo estatuto del cooperantes, la AECI aparece así como una ETT de subcontratas, frente a lo que las ONGD ofrecerán condiciones parecidas a los expatriados en PVD de cualquier empresa multinacional que se precie. No es difícil prever a qué segmento se desplazarán los cooperantes de mejor perfil ni como avanzará la prevista profesionalización de la AECI.
Pero desde la Avenida de los Reyes Católicos ya promueven sus propias maniobras de camuflaje: Entienden la impaciencia, pero indican que ya se están creando nuevos puestos fijos (a los que no se sabe aún si acceden precisamente los precarios veteranos). También acaban de firmar un convenio con La 2 sobre la realización de no menos de 13 documentales entorno a las labores de los cooperantes españoles del Programa de desarrollo del Sur y Este de la cuenca mediterránea, Azahar. Con ello, según la Secretaria de Estado para la Cooperación, se pretende "sensibilizar sobre las costumbres y el papel de la cooperación española" en la zona, lo que sin duda alegrará a los precarios desplazados entre Líbano y Mauritania.
Por cierto, el día del cooperante, proclamado por el Gobierno junto al estatuto, coincide con aquellos de Extremadura y Asturias, la alfabetización mundial y de Natividad de la Santisima Virgen María. Así hay para todos los gustos.
lunes, 22 de mayo de 2006
evaluando la ayuda española pos tsunami: desastres para dar y tomar
El viernes pasado, justo antes de viajar su jefa a Centroamérica, Ricardo Martínez, Director General de la AECI para Asia, recibió una delegación del Ayuntamiento de Santa Marta de Tormes cuyo alcalde, un tal Emeterio Álvarez, entregó a la AECI unos 40.000 Euros como ayuda de su municipio a la reconstrucción pos tsunami. Según comunica la propia AECI, este momento especial se aprovechó para que sus responsables" explicaran los pormenores de la fase de reconstrucción". Todo es poco para este municipio de 11.447 almas que apareció, quién no se acuerda, en las noticias cuando se negó ceder el prometido polideportivo a los grupos proCuba durante la Cumbre Iberoamericana de Salamanca.
Naturalmente, uno no deja de sorprenderse con las novedades del boletín de la AECI. Parece que, en esta ocasión, la AECI sale al paso de las duras críticas desde las ONGD sobre su ayuda desinteresada a la región afectada por el tsunami, que se compone principalmente de créditos FAD no precisamente bien acogidos por los Gobiernos de la zona. Así, un ayuntamiento de tercera fila cobra protagonismo estatal realizando un minúsculo aporte efectivo. Es decir, dando una ayuda que no se vincula directamente a la contratación de servicios y productos españoles, los que, por ejemplo, no suelen convencer ni en las diversas licitaciones de las Naciones Unidas.
En todo caso, aún con el silencio reinante en el sector, no cabe duda de que en todo lo referido al tsunami más vale no mirar con mucha lupa: La consultora madrileña DARA revisó la supuesta generosidad española tras el tsunami en el marco de la "Tsunami Evaluation Coalition". Los resultados (pdf en inglés) no pueden ser mejores:
En resumidas palabras: "España es un donante inoperativo por sus mecanismos de financiación rígidos, lo que igualmente limita su capacidad de ayudar en consonancia con las necesidades y contribuir positivamente a los esfuerzos de ayuda a nivel internacional" (traducción del equipo de este blog).
Eso sí, Emeterio Álvarez (alcalde, por cierto, en crisis) y su ciudadanía solidaria podrán dormir tranquilos.
Naturalmente, uno no deja de sorprenderse con las novedades del boletín de la AECI. Parece que, en esta ocasión, la AECI sale al paso de las duras críticas desde las ONGD sobre su ayuda desinteresada a la región afectada por el tsunami, que se compone principalmente de créditos FAD no precisamente bien acogidos por los Gobiernos de la zona. Así, un ayuntamiento de tercera fila cobra protagonismo estatal realizando un minúsculo aporte efectivo. Es decir, dando una ayuda que no se vincula directamente a la contratación de servicios y productos españoles, los que, por ejemplo, no suelen convencer ni en las diversas licitaciones de las Naciones Unidas.
En todo caso, aún con el silencio reinante en el sector, no cabe duda de que en todo lo referido al tsunami más vale no mirar con mucha lupa: La consultora madrileña DARA revisó la supuesta generosidad española tras el tsunami en el marco de la "Tsunami Evaluation Coalition". Los resultados (pdf en inglés) no pueden ser mejores:
- - La ayuda española para la reconstrucción consiste en un 90% de créditos FAD con fuerte condicionalidad, por lo que para los receptores es prácticamente imposible gestionarla eficientemente
- La mitad de la ayuda descentralizada (8 millones de Euros) se gastó en la operación militar y especialmente en el traslado de los efectivos del ejército
- España no ha realizado aportaciones al fondo fiduciario de múltiples donantes (Indonesia Multi Donor Trust Fund) del Banco Mundial que armoniza las donaciones de la mayoría de los países OCDE
En resumidas palabras: "España es un donante inoperativo por sus mecanismos de financiación rígidos, lo que igualmente limita su capacidad de ayudar en consonancia con las necesidades y contribuir positivamente a los esfuerzos de ayuda a nivel internacional" (traducción del equipo de este blog).
Eso sí, Emeterio Álvarez (alcalde, por cierto, en crisis) y su ciudadanía solidaria podrán dormir tranquilos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)